Me alegra ver cada vez más en la consulta pacientes queriendo hacerse un chequeo de lunares y la concientización sobre el cáncer de piel. Durante el examen clínico los acrocordones son hallazgos muy comunes y en varias ocasiones son la principal preocupación por parte de los pacientes en la consulta.

Los acrocordones o fibromas blandos son lesiones benignas, del tono de la piel o algo más oscuros, de textura suave y pedunculados, que pueden ser solitarios o múltiples, su tamaño puede variar de 1 mm a 2 cm de diámetro y no suelen dar ningún síntoma.

Como tratar acrocordones

¿Dónde aparecen los acrocordones?

Se presentan mayormente en áreas de flexión como cuello, axilas, ingles y debajo de las mamas. Se presenta en hombres y mujeres por igual, y con la edad pueden aparecer más.

Se le ha atribuido a algunas causas:

  • predisposición genética
  • asociado a otras alteraciones de la piel como acantosis nigricans (oscurecimiento de piel en pliegues) y dermatosis papulosa nigra
  • asociado a otras alteraciones sistémicas como resistencia de insulina, diabetes, sobrepeso y obesidad

¿Es necesario tratar los acrocordones?

Sí, en los siguientes casos:

  1. Causen molestias: a veces pueden generar incomodidad cuando rozan, se quedan enganchados con la ropa, o inclusive pueden llegar a doler y/o ponerse morados si es que se tuercen
  2. Por un tema estético: cuando son de tamaño muy grande o se presentan en gran cantidad

¿Qué se evalúa en el tratamiento de acrocordones?

Para el tratamiento se evaluará tamaño y número de lesiones y se optará por elegir alguno de los siguientes métodos:

  • Crioterapia
  • Electrocauterización
  • Exéresis con tijera fina
  • Laser Erbium

El tratamiento es realizado en el consultorio, dependiendo de este se aplicará anestesia local o tópica si necesaria. Los cuidados después del procedimiento en casa son simples: mantener la zona tratada limpia lavándola con agua y jabón todos los días, y si es que se forma una costrita, dejar que se caiga sola en la próxima semana. Si se trata de una región expuesta cuidarse del sol es clave, por lo que recomiendo evitar exponerse a los rayos solares y protegerse cubriendo la zona (polo manga larga, sombrero de ala ancha); una vez caída la costrita puede aplicarse protector solar.

Recuerda que es importante hacer seguimiento de las comorbilidades como diabetes y sobrepeso en caso estos estén presentes.

No dudes en consultar con tu dermatólogo para saber que tratamiento es el más indicado para ti.

Dra. Valerie Dammert
Medica Dermatóloga. Dermatología clínica, quirúrgica y estética

Referencias:

  • Bolognia J.L., Dermatology 4th edition 2017
  • Rook´s Textbook of Dermatology, 9th edition, Wiley 2016
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