El melasma se caracteriza por una mancha de color castaño claro a oscuro y ocasionalmente grisácea, localizada principalmente en el rostro como si fuese una máscara, en la frente, mejillas y encima de labio superior.

Es más frecuente en mujeres que en hombres y puede aparecer en todos los fototipos cutáneos (color de piel).

Melasmas - mancha de color castaño

Sus causas no están del todo esclarecidas; sin embargo, sabemos que existen varios estímulos que por sí solos o en combinación están relacionados con su aparición, tales como:

  • Hormonales: Se puede producir hasta en un 56% de embarazadas y en 46% de mujeres que usan anticonceptivos orales. Sin embargo, no es el factor más importante, como se pensaba antiguamente.
  • Sol: La exposición prolongada a la radiación UV emitida por el sol es el factor más importante en la aparición de manchas. Induce la secreción de la hormona estimulante de melanocitos (MSH), entre otras, y genera inflamación a nivel de la piel.
  • Genética: Se ha descrito que de 56 a un 97% de los pacientes refiere tener afectado a un familiar de primer grado.
  • Luz visible y azul: el espectro visible de la luz solar y la luz azul emitida por aparatos electrónicos también pueden inducir melasma, con una pigmentación más oscura e inclusive más persistente. Hallazgo muy importante para la selección de un protector solar que proteja frente a estos espectros de luz.
  • Cantidad excesiva de vasos: los cuales inducen mayor inflamación del área, con posterior pigmentación.
  • Fármacos y ciertas fragancias que generan fototoxicidad, entre otros.

El diagnóstico es netamente clínico; sin embargo, podemos ayudarnos con una lámpara especial (Luz de Wood) y con el dermatoscopio para poder clasificarlo en epidérmico (superficial), dérmico (profundo) o mixto y en melasma vascular, respectivamente.

Debido a que el melasma tiene un curso crónico y recurrente, su tratamiento no es fácil y debe ser combinado, requiriendo constancia por parte del paciente y de tecnología médica adecuada para combatirlo:

  • Tratamiento tópico: cremas despigmentantes, cremas antioxidantes
  • Procedimientos dermatológicos: peelings, terapia de micropunción y láser específico para manchas.
  • Protector solar: crema más importante durante y posterior al tratamiento.

Si tienes Melasma o cualquier otro tipo de mancha, no dudes en consultar a tu dermatólogo de confianza.

Dra. Adriana Gamarra
Médico dermatóloga

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