La rosácea a menudo se puede controlar bien con terapia tópica (cremas y serums). Si esto no es suficiente, se presentan brotes seguidos o los síntomas son más severos, la medicación oral también será necesaria. En ambos casos las terapias con láser y luz son una opción como complemento para tratar los capilares visibles (arañitas rojas) y para reducir el grosor de una “rinofima” nariz pronunciada.
¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Afecta más comúnmente el rostro y puede presentarse con brotes que exacerban principalmente con el calor generando el característico enrojecimiento facial.
Los afectados pueden sufrir de picazón y quemazón siendo el deterioro estético también una carga. Descubra aquí todo lo que necesita saber sobre la rosácea: síntomas, causas, diagnóstico, tratamiento y pronóstico.
La rosácea es común y crónica. Puede conducir a una amplia variedad de síntomas y signos donde se distinguen cuatro tipos:
- Piel facial roja con presencia vasos visibles llamados telangiectasias (tipo 1)
- Pequeños bultos rojizos (pápulas) y con pus (pústulas) (tipo 2)
- Engrosamiento de la piel , especialmente en la nariz (rinofima) (tipo 3)
- Ojos y párpados inflamados (tipo 4)
Muchas personas tienen formas mixtas y el tratamiento depende de los síntomas individuales, por eso es necesario ser tratado por un especialista.
Signos que pueden presentarse
Inicialmente, enrojecimiento constante de la piel (eritema), luego a menudo dilatación de los capilares generando ¨arañitas vasculares¨, pápulas y nódulos inflamatorios que simulan un acné y así como aumento de porosidad y formación de engrosamiento de la piel (fimas). Todos estos signos acompañados además de ardor, picazón en la piel y dolor punzante.
La forma especial de rosácea ocular afecta a los ojos principalmente debido a un aumento del demodex foliculorum (ácaro) en la base de las pestañas que requiere de un tratamiento efectivo. Si no se trata, puede provocar inflamación de la zona.
La rosácea se puede clasificar en 4 tipos
Es importante comprender que no necesariamente uno pasa por todos los subtipos ni tampoco debuta con la enfermedad en ese orden.
TIPO I (rosácea eritemato-telangiectásica; también aleta de cobre, cuperosis)
- Las mejillas y la nariz se ven particularmente afectadas
- Piel enrojecida con vasos visiblemente dilatados
- La piel arde, pica o pica
- Inicialmente, el enrojecimiento desaparece espontáneamente, luego persiste de forma permanente.
TIPO II (Rosácea papulopustulosa)
- Además del enrojecimiento y la vasodilatación, hay nódulos y granos de pus.
TIPO III (rosácea fimatosa)
- El tejido conjuntivo y las glándulas sebáceas proliferan de forma intensificada.
- En los hombres, la nariz se vuelve gruesa y nodular (rinofima).
- En raras ocasiones, se pueden observar crecimientos de la piel en la oreja (otofima), el mentón (gnatofima), el puente de la nariz (metofima) o los párpados (blefarofima).
TIPO IV (Rosácea ocular)
La rosácea puede afectar a los ojos. Los síntomas típicos son ojos secos, picazón e inflamación ocular debido a un aumento del demodex folliculorum, ectoparásito que forma parte de nuestro microbioma natural pero que se encuentra aumentado en esta enfermedad.
¿Qué ayuda contra el enrojecimiento y las venas visibles?
El rubor facial puede mejorar con serums ligeros o cremas con ácido hialurónico combinado con extractos botánicos que tengan propiedades antiinflamatorias y antisépticas para ayudar a mejorar la piel irritada sin aumentar la grasitud del rostro.
Es importante también disminuir el calor en la piel, un buen aliado para esto es el agua termal que contiene minerales con efecto antiinflamatorio y refrescante y si esta la guardas en la refrigeradora aumentará su efecto descongestivo
Sin embargo, no se puede dejar toda la carga de tratamiento al serum y al agua termal, cuando la rosácea se presenta con pápulas y pústulas. En estos casos un tratamiento vía oral con tetraciclinas e ivermectina será necesario, para eso se debe acudir al dermatólogo, indican los expertos en dermatología de Lima Derma.
Terapia de luz y láser
La terapia con láser o luz intensa pulsada (IPL) es un procedimiento complementario que cada vez toma más importancia en el tratamiento de la rosácea , especialmente para tratar los molestos vasos rojos dilatados, estos son destruidos y fotocoagulados por el calor dirigido a cada uno de ellos.
Puede producirse un ligero aumento del enrojecimiento durante y después del tratamiento que no dura más de 24 horas. Por otro lado, ayuda a disminuir la carga bacteriana y generar un efecto antiinflamatorio.
¿Qué ayuda con los nódulos y las pústulas?
Las pápulas y las pústulas se pueden tratar con medicamentos vía oral asociados a cremas aplicadas en la piel. Se suelen utilizar cremas, geles o lociones con los principios activos ácido azelaico, ivermectina o metronidazol.
Varios estudios han demostrado que estos medicamentos pueden reducir o eliminar temporalmente los cambios en la piel. Toma alrededor de 3 a 4 semanas para comenzar a ver los cambios.
Autoayuda para la rosácea
Hay algunas cosas que puedes hacer para ayudar a aliviar la rosácea o evitar que regrese.
- Limpia la piel de manera constante pero suave todos los días. No utilices detergentes alcohólicos o agresivos. Recomendamos agua fría y lociones de lavado suaves, sin jabón y con pH neutro.
- Evita las cremas o ungüentos grasos, sobre todo en la fase papulo-pustular.
- No permanezcas demasiado tiempo al sol y usa una crema con alta protección UV-A y UV-B durante todo el año. Los filtros de protección solar físicos o minerales (por ejemplo, óxido de zinc o dióxido de titanio) son más recomendables.
- Evita el estrés y aprende ejercicios de relajación como el yoga o la relajación muscular progresiva.
- Mantén tu rostro lo más fresco posible, es decir, no te bañes con agua caliente en esta área, evita ir a la sauna.
- Utiliza agua termal constantemente para ayudar a refrescar el rostro.
- Los cambios molestos en la piel se pueden cubrir con un maquillaje especial como los bb creams.
- Las bebidas frías o chupar trozos de hielo son sencillos pero efectivos para aliviar el enrojecimiento facial repentino.
- No comas demasiado picante, no comas ni tomes bebidas demasiado calientes y no bebas alcohol.
La rosácea no se puede curar: sin embargo, con atención y terapia constantes durante los brotes, la frecuencia de los brotes y su gravedad se pueden reducir significativamente.