En estos días de aislamiento social e incertidumbre muchas personas se ven afectadas por 2 enemigos silenciosos: el estrés y la ansiedad. Pero no sólo nuestra mente anda a mil por hora⏱, también nuestra piel.
Muchas veces el estrés que estamos viviendo se refleja a nivel cutáneo, por lo tanto es frecuente que por este motivo aparezcan por primera vez o se exacerben ciertas enfermedades.
Dependiendo del tipo de piel que tengamos se presentarán diferentes patologías:
- En piel con tendencia a la sequedad puede aparecer dermatitis atópica, que se caracteriza por aparición de áreas ásperas, rojas y pruriginosas, las cuales pueden afectar rostro y tronco de acuerdo a nuestra edad.
- En piel sensible puede aparecer picazón de cuerpo y ronchas (urticaria).
- En piel sensible y con tendencia a enrojecimiento del rostro puede aparecer o exacerbarse una patología como la rosácea, de la cual nos encargamos en uno de nuestros post previos.
- En piel grasa podemos encontrar exacerbación de acné con lesiones que pueden aparecer en rostro, tronco, brazos.
Además, también pueden desencadenarse enfermedades con componentes autoinmunes como vitíligo y psoriasis.
La piel no es la única afectada, también es muy frecuente que las personas experimenten problemas de cabello:
- Efluvio telógeno (pérdida difusa del cabello, sin disminución de volumen)
- Alopecia areata (pérdida total de cabello en 1 o más áreas, comúnmente en forma circular)
- Tricotilomania (arrancarse uno mismo el pelo)
- Recuerda que la pérdida de pelo también puede darse a nivel de cejas y pestañas.
Estos problemas de piel afectan a personas de todas las edades, y no discriminan entre hombres??♂️y mujeres??♀️.
Ahora que ya sabes que la piel es el reflejo de nuestras emociones recuerda cuidarla siempre.