Peeling
Contamos con una amplia gama de peelings dermatológicos permite actuar específicamente sobre el envejecimiento, las imperfecciones cutáneas y dar luminosidad a la piel.
¿Qué es el peeling?
La palabra “peeling” significa descamación o exfoliación y consiste en la utilización de sustancias químicas sobre la piel para renovar sus capas.
El efecto inmediato genera la eliminación de una parte de la piel con mayor o menor profundidad según el tipo de ácido utilizado, y el efecto tardío es de regeneración de la piel, renovando la matriz dérmica y dejándola sin determinados defectos estéticos como manchas y arrugas.
Nuestros peelings mejoran el aspecto de la piel, incrementando su elasticidad, homogeneiza la superficie cutánea y así recupera su esplendor.
TIPO DE PEELING:
- Superficial: actúa en primeras capas de epidermis incluidas las células muertas. Permite una reincorporación inmediata a la vida normal con un aspecto revitalizado y luminoso.
- Medio: Actúa en capas más profundas de epidermis. Puede generar una descamación fina en la zona a tratar.
- Profundo: Llega hasta dermis. Es un tratamiento más potente que implica un periodo de descanso por el enrojecimiento, descamación y costras que produce.
La elección de cada tipo de peeling dependerá del efecto que queramos obtener, el tipo de piel, el estado cutáneo y de la edad del paciente.
Principalmente se realizan en época de invierno, aunque en ocasiones se pueden realizar en temporada de verano si se mantienen cuidados posteriores adecuados.
LÁSER DERMATOLÓGICO:
El láser es una de las técnicas más modernas para el tratamiento de distintas patologías en la piel.
Existen diferentes tipos de láser y las luces pulsadas. En nuestra clínica contamos con diferentes tecnologías adecuadas para cada tipo de piel y cada alteración cutánea.
Nuestro equipo de médicos trabaja directamente con cada paciente durante la evalución y realización del procedimiento, brindando las mejores condiciones para un óptimo resultado.
La cantidad y duración de las sesiones será variable según el tipo de tratamiento y tipo de lesión (30 – 60 minutos).