Cuando se piensa en los efectos secundarios al tratamiento oncológico, lo primero que se nos viene a la mente es: la caída del cabello, las nausea y los vómitos entre otros. Pero, también es necesario tener en cuenta que pueden producirse cambios a nivel de la piel y uñas.
El dermatólogo en esta área realiza la prevención, detección precoz y tratamiento de los efectos adversos cutáneos en el paciente oncológico.
El objetivo es limitar o retrasar algunos de los efectos secundarios que puedan experimentar los pacientes durante o posterior al tratamiento oncológico; y así mejorar la calidad de vida y la adaptación a la enfermedad.
Durante el tratamiento del cáncer dos de cada tres pacientes tienen efectos secundarios cutáneos que afectan a la piel, el cabello y las uñas; estos no suceden de forma sistemática, ya que dependerán del tratamiento pautado.
Es importante comprender que cada persona tendrá una reacción específica y la mayor parte de los efectos son reversibles cuando finaliza el tratamiento.
Aquí te dejo algunos cuidados básicos a tener en cuenta:
- Utiliza jabones suaves: lo ideal es usar los Syndets (sustitutos de jabón) que limpian, humectan y hasta reparan una piel dañada. Evita los jabones antibacterianos, perfumados y evita frotar la piel con esponja.
- Los baños deben ser cortos y con agua tibia: el agua caliente no es recomendable.
- Humectación constante: aplica la crema humectante inmediatamente después del baño (esto favorecerá su absorción) y luego reaplica según las indicaciones del dermatólogo. Evita cremas perfumadas y con alcohol.
- Uso de fotoprotector con FPS 50+: algunos de los componentes de la quimioterapia pueden provocar hipersensibilidad al exponerse al sol. Es importante que protejas tu piel y lo apliques incluso en días nublados.
- Utiliza ropa de algodón en contacto con la piel: evita ropa sintética y ajustada para evitar rozaduras.
- Maquillaje: si decides usarlo, conversa previamente con tu dermatólog@. Busca maquillaje dermatológico hipoalergénico y especial para piel sensible, retíralo por las noches y limpia las brochas constantemente.
Recuerda que la mayoría de los efectos adversos a nivel de la piel son reversibles y la HUMECTACIÓN es básica, inclusive, antes de iniciar la quimioterapia o radioterapia.
No duden en acudir a su dermatólog@ de confianza ante cualquier lesión o duda.
Dra. Adriana Gamarra Luna
Dermatología clínica, oncológica y estética
Médico dermatóloglo del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas.